Sin embargo, pronto se aclaró que Maduro estaba citando un texto histórico.
El gesto buscaba trazar un paralelismo entre el bloqueo naval europeo que enfrentó Cipriano Castro en 1902-1903 y el actual despliegue de buques de guerra estadounidenses en el Caribe. De hecho, durante las jornadas de alistamiento de la Milicia Bolivariana, a los voluntarios se les proyectó un documental sobre dicho bloqueo histórico, reforzando la narrativa de una resistencia continua contra la agresión extranjera. Desde la oposición, la lectura fue vista como una “cortina de humo”, un intento de desviar la atención de la crisis actual y de la presión militar real que enfrenta el régimen. La ambigüedad del mensaje permitió una amplia gama de interpretaciones, pero su propósito principal parece haber sido consolidar una narrativa nacionalista y de resistencia histórica frente a lo que el gobierno venezolano describe como una nueva amenaza imperialista.