La oposición venezolana ha respondido de manera diversa a la escalada de tensiones, con figuras clave que critican tanto al gobierno de Maduro como las implicaciones de una posible intervención extranjera. Sus posturas reflejan un llamado a la acción interna y un análisis crítico de la crisis. La líder opositora María Corina Machado emitió un contundente llamado a la desobediencia civil, dirigido especialmente a empleados públicos y miembros de las fuerzas de seguridad. En un mensaje en la red social X, instó a ignorar la convocatoria de Maduro para alistarse en la Milicia Bolivariana: “Nuevamente, DESOBEDECE; ignóralos, déjalos solos.
Estos cobardes quieren utilizarte para aparentar fuerza, cuando la realidad es que se están desmoronando”.
Por su parte, el dirigente Leopoldo López, en una entrevista, describió a Venezuela como una “economía criminal” donde el Estado mismo opera como un cartel. López aclaró que no busca una intervención militar tradicional, sino “un apoyo para poder neutralizar la estructura militar de Venezuela”, sugiriendo acciones puntuales como bloqueos o neutralización de instalaciones.
En una línea diferente, el excandidato presidencial Henrique Capriles expresó su rechazo a cualquier “acción de fuerza contra Venezuela”. A través de sus redes sociales, hizo un llamado a defender la paz regional y la soberanía, marcando una clara distancia de cualquier solución que implique una intervención armada extranjera.
Estas diversas posturas evidencian las diferentes estrategias y sensibilidades dentro del espectro opositor venezolano frente a la crisis actual.
En resumenLa oposición venezolana muestra un frente diverso ante la crisis: María Corina Machado promueve la desobediencia civil interna, Leopoldo López aboga por un apoyo internacional focalizado para desmantelar la estructura criminal del Estado, y Henrique Capriles rechaza categóricamente cualquier intervención militar extranjera.