La noticia fue confirmada por dirigentes opositores como Henrique Capriles y Tomás Guanipa.

Entre los beneficiados se encuentran el exdiputado Américo De Grazia, el dirigente Pedro Guanipa, y los exalcaldes de Maracaibo y Cabimas, Rafael Ramírez y Nabil Maalouf, respectivamente. De los 13, ocho obtuvieron libertad plena, mientras que a cinco se les concedió la medida de arresto domiciliario. La mayoría de los excarcelados estaban acusados en un caso de presunta corrupción en alcaldías manejadas por la oposición. El gobierno de Italia también confirmó la liberación de dos ciudadanos italo-venezolanos, Américo De Grazia y Margarita Assenzo, aunque precisó que deberán presentarse ante tribunales.

Capriles celebró las liberaciones, pero recordó que aún quedan muchos detenidos, publicando: “¡Qué no hayan más presos políticos!”.

Este gesto ocurre en un contexto de máxima presión internacional, lo que ha generado especulaciones sobre si se trata de una señal de distensión o una maniobra estratégica. Organizaciones de derechos humanos como el Foro Penal y la Organización Mundial Contra la Tortura recuerdan que, a pesar de estas liberaciones, la cifra de personas detenidas por razones políticas en Venezuela sigue siendo elevada, con estimaciones que varían entre 815 y 922 personas.