Mientras la líder María Corina Machado instó a los ciudadanos a desobedecer el llamado a las armas de Maduro, el dirigente Henrique Capriles rechazó cualquier “acción de fuerza” contra el país. María Corina Machado emitió un contundente llamado a la desobediencia civil, dirigido a empleados públicos, militares, policías y trabajadores.
A través de una publicación en la red social X, Machado instó a ignorar la convocatoria de Maduro para integrarse a la Milicia Bolivariana: “Nuevamente, DESOBEDECE; ignóralos, déjalos solos. Estos cobardes quieren utilizarte para aparentar fuerza, cuando la realidad es que se están desmoronando”. Para Machado, el llamado al reclutamiento es una maniobra desesperada de un régimen que, según ella, “se está desmoronando” y atraviesa “uno de los últimos espectáculos de una tiranía que termina como empezó: con mentira, chantaje, odio y violencia”. Por otro lado, Henrique Capriles, aunque celebró la reciente liberación de 13 presos políticos, adoptó una postura de rechazo a cualquier tipo de intervención militar externa.
En un mensaje claro, el exgobernador y dos veces candidato presidencial hizo un llamado a respetar la soberanía de las naciones y afirmó que “la paz regional debe defenderse”. Esta dualidad de enfoques refleja las diferentes estrategias dentro del espectro opositor: una que apuesta por la fractura interna del chavismo y la presión ciudadana, y otra que prioriza la negociación y la defensa de la soberanía nacional para evitar un conflicto armado.