La administración estadounidense ha intensificado su ofensiva judicial y política contra la cúpula del gobierno venezolano, duplicando la recompensa por información que conduzca a la captura de Nicolás Maduro de 25 a 50 millones de dólares. Washington acusa a Maduro de encabezar una organización narcoterrorista conocida como el “Cartel de los Soles”, que presuntamente utiliza la infraestructura del Estado venezolano para traficar cocaína. Esta medida posiciona a Maduro entre las figuras más buscadas por la justicia estadounidense, con una recompensa comparable a la de notorios capos del narcotráfico. Las acusaciones, formalizadas por cortes en Nueva York y Washington, no solo implican a Maduro, sino también a otros altos funcionarios como Diosdado Cabello, por quien se ofrecen 25 millones de dólares, y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, con una recompensa de 15 millones.
Según la fiscal general de EE. UU., Pam Bondi, la Administración de Control de Drogas (DEA) ha incautado toneladas de cocaína vinculadas al régimen y más de 700 millones de dólares en activos. La narrativa estadounidense, respaldada por declaraciones del director de la DEA, Terry Cole, califica a Venezuela como un “Estado narcoterrorista” que colabora con grupos armados colombianos. Como parte de esta campaña, han aparecido vallas en la frontera colombo-venezolana, en la autopista internacional de Villa del Rosario, con las fotografías de Maduro y Cabello y los montos de las recompensas, en un claro acto de presión psicológica y pública.
Estas acciones judiciales y financieras son la base que justifica el reciente despliegue militar en el Caribe, enmarcando la tensión geopolítica como una lucha contra el crimen organizado transnacional.
En resumenEstados Unidos ha recrudecido su presión sobre Venezuela al aumentar significativamente la recompensa por Nicolás Maduro y otros altos funcionarios, acusándolos formalmente de liderar el 'Cartel de los Soles'. Esta estrategia de judicialización del conflicto sirve como justificación para sus acciones diplomáticas y militares en la región.