En respuesta directa al despliegue militar estadounidense en el Caribe, el gobierno de Nicolás Maduro ha ordenado la activación y el despliegue de 4,5 millones de miembros de la Milicia Nacional Bolivariana en todo el país. La medida busca proyectar una imagen de capacidad defensiva y resistencia ante lo que califica como una agresión y una “amenaza estrafalaria de un imperio en decadencia”. El anuncio fue realizado por Maduro en una alocución televisada, donde detalló que la movilización se enmarca en un “plan especial” para garantizar la “tranquilidad y la soberanía”. El mandatario venezolano fue enfático al afirmar que se trata de “milicias preparadas, activadas y armadas” y llamó a conformar unidades campesinas y obreras “en todas las fábricas y centros de trabajo”.
Con un tono desafiante, expresó: “¡Fusiles y misiles para la fuerza campesina! Para defender el territorio, la soberanía y la paz de Venezuela”. La Milicia Bolivariana, creada por Hugo Chávez e integrada a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), está compuesta principalmente por civiles voluntarios y ha sido descrita por la oposición y analistas como un instrumento de control social del chavismo. Además de la movilización, otras figuras del régimen, como el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, han emitido fuertes advertencias: “Sea quien sea el extranjero que entre a este país sin permiso, entra pero no sale.
Aquí se queda: preso o como sea, pero se queda”.
El gobierno venezolano también prohibió el uso y comercialización de drones en el territorio nacional por 30 días, como parte de sus medidas de seguridad. Esta estrategia de defensa se centra en la narrativa de la resistencia antiimperialista para consolidar el apoyo interno frente a una amenaza externa.
En resumenEl gobierno de Venezuela reaccionó al despliegue naval estadounidense ordenando la movilización masiva de su milicia civil, una medida que combina la preparación defensiva con una fuerte retórica nacionalista para unificar a sus bases frente a lo que percibe como una amenaza directa a su soberanía.