En un acto público, acusó a Estados Unidos de buscar un “cambio de régimen” de manera “terrorista, militar”, lo cual es “inmoral, criminal e ilegal” bajo el derecho internacional.

Por su parte, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, fue más explícito al advertir: “No se atrevan a tocar a Venezuela.

No solo sería un acto de agresión contra nuestro país, sino contra toda Latinoamérica”.

El canciller Yván Gil, desde la Cumbre Amazónica en Bogotá, aseguró que Venezuela está preparada para “enfrentar todas las agresiones que se pretendan; agresiones de carácter psicológico, mediático, de todo tipo”. En una línea similar, el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, lanzó una amenaza directa: “Sea quien sea el extranjero que entre a este país sin permiso, entra pero no sale.

Aquí se queda: preso o como sea, pero se queda”.

Estas declaraciones buscan construir un frente interno unificado y proyectar una imagen de fortaleza, apelando a un discurso nacionalista y antiimperialista que ha sido una constante del chavismo durante más de dos décadas.