Paralelamente, en Sudamérica, las fuerzas del orden están logrando avances significativos.

Las autoridades chilenas han iniciado el proceso de extradición desde Colombia de Alberto Carlos Mejía Hernández, un presunto líder de la organización que fue capturado en la ciudad de Barrancabermeja. En un caso separado pero relacionado, otro supuesto cabecilla, Alfredo José Henríquez, fue detenido en Chile por su presunta vinculación con el secuestro y asesinato del exmilitar venezolano disidente Ronald Ojeda, un crimen que conmocionó a la región.

Estos eventos demuestran la extensa red operativa de la banda y la necesidad de una cooperación policial coordinada entre los países afectados para desmantelar sus estructuras.