Su captura proporcionaría a Moscú una plataforma crucial para avanzar hacia el norte, en dirección a Kramatorsk y Sloviansk, las dos ciudades más grandes que Kiev todavía controla en la región.

El gobierno ucraniano ha advertido que espera el envío de hasta 150.000 soldados rusos para consolidar este asedio.

Además, los informes indican que Rusia está aprovechando las malas condiciones meteorológicas, como la niebla, para avanzar con unidades de infantería ligera y motocicletas, lo que dificulta la defensa ucraniana y le permite ganar terreno en zonas de movilidad reducida. Esta táctica subraya la adaptabilidad de las fuerzas rusas en el frente y la creciente presión sobre las defensas de Ucrania en un sector crítico de la guerra.