Moscú busca utilizar la ciudad como base para futuras operaciones ofensivas hacia Kramatorsk.

Los informes describen una situación crítica, con combates constantes incluso en zonas residenciales y graves daños a la infraestructura.

La ofensiva rusa ha sido implacable durante más de un año, lo que subraya las dificultades que enfrenta Kiev para defender una línea de frente que se extiende a lo largo de 1.250 kilómetros. El comandante ucraniano Oleksander Syrskyi afirmó que, a pesar de la presión constante, sus tropas resisten y mantienen sus líneas de suministro, evidenciando la resiliencia de la defensa ucraniana frente a un asalto a gran escala.