Este apoyo económico es considerado vital para que Kiev pueda sostener no solo su esfuerzo de defensa, sino también el funcionamiento básico del Estado en medio de una guerra prolongada con Rusia. El tema ha sido central en las discusiones de alto nivel, como una reunión del Consejo Europeo centrada específicamente en la ayuda a Ucrania, según reflexionó el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares.

Los informes indican que Bruselas está trabajando para “desencallar el salvavidas financiero”, lo que sugiere que existen obstáculos políticos o burocráticos que impiden la liberación de los recursos.

La urgencia de esta ayuda se ve acentuada por las constantes peticiones del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien ha solicitado un compromiso financiero a largo plazo por parte de sus socios europeos. El cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, también ha hecho un llamado a la contribución de todos para la paz, esperando un mayor papel de Europa en los esfuerzos para poner fin al conflicto. La capacidad de la UE para superar sus divisiones internas y materializar este apoyo financiero es vista como una prueba fundamental de su unidad y de la solidez de su compromiso con la soberanía de Ucrania.