La presidenta de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, ha manifestado que Europa “no permanecerá indefensa” en tiempos “cruciales y peligrosos”. Como resultado, las empresas de la industria de la guerra han visto dispararse sus ganancias. Las acciones del fabricante alemán Rheinmetall han subido un 90%, las del británico BAE Systems más de un 35%, y las de la italiana Leonardo y la francesa Thales también han experimentado un crecimiento notable. El analista Robert Halver, del banco Baader, señaló la importancia de que “el dinero que gastamos al menos se quede en Europa”, reflejando un interés por fortalecer la base industrial de defensa del continente frente a la dependencia de sistemas de armas estadounidenses. Este rearme masivo está reconfigurando las prioridades presupuestarias y consolidando un nuevo paradigma de seguridad en el viejo continente.