Tras la suspensión, ambos bandos intensificaron los ataques militares.

Como alternativa, ha surgido una propuesta respaldada por Trump y varios líderes europeos, incluyendo los de Francia, Alemania e Italia, para buscar un “alto el fuego inmediato” que tome como punto de partida las líneas de batalla actuales.

Esta iniciativa busca, según sus proponentes, “preservar vidas civiles y crear condiciones para una solución diplomática duradera”.

Sin embargo, el Gobierno ucraniano ha mostrado cautela, advirtiendo que no aceptará ninguna tregua que implique una pérdida de soberanía o el reconocimiento de la ocupación de sus territorios.