El objetivo principal fue asegurar más ayuda militar, consolidar sanciones económicas contra Rusia y definir nuevos mecanismos de financiación para la defensa y reconstrucción de su país. Durante sus encuentros, Zelenski buscó activamente el respaldo de sus aliados para incrementar la presión sobre Moscú. En Bruselas, instó a los líderes de la UE a permitir el uso de los activos rusos congelados para la compra de armas. En Londres, se reunió con el rey Carlos III y participó en la reunión de la denominada ‘Coalición de los Voluntarios’, un grupo de países aliados clave. En esta cita, el primer ministro británico, Keir Starmer, se comprometió a presionar a los aliados para que proporcionen a Ucrania más misiles de largo alcance para atacar objetivos rusos.

A pesar de los avances en la coordinación del apoyo militar y la aprobación de nuevas sanciones, la gira de Zelenski arrojó resultados mixtos. No logró convencer a Estados Unidos de suministrar los misiles de largo alcance Tomahawk, y la propuesta de utilizar los activos rusos congelados fue bloqueada en la cumbre de la UE. Sin embargo, los encuentros sirvieron para reafirmar el compromiso europeo con la defensa de Ucrania y para coordinar los siguientes pasos en la asistencia militar, en un momento en que Kiev enfrenta una intensificación de los ataques rusos.