Esta demanda es considerada inaceptable por Kiev y representa un obstáculo fundamental para la paz.

Además, en su conversación telefónica con Trump, Putin le comunicó que “las fuerzas rusas tienen la iniciativa estratégica” a lo largo de todo el frente, una afirmación que busca proyectar una imagen de fortaleza militar. Esta narrativa se ve reforzada por informes que indican que las tropas rusas habrían tomado tres localidades ucranianas recientemente.

Moscú también ha mostrado su oposición a un cese de los combates como condición previa para la cumbre de Budapest, lo que sugiere que busca negociar desde una posición de fuerza militar. Al mismo tiempo, el Kremlin admite que aún hay “muchas cuestiones” por resolver antes de la cumbre, indicando que, si bien el diálogo es una posibilidad, no cederá en sus objetivos estratégicos.