Esta disminución en la ayuda llega en un momento crítico, con Rusia intensificando sus ataques en varios frentes.

La situación es tan preocupante que uno de los artículos titula directamente que “la falta de apoyo de EE UU hunde el arsenal de Ucrania”. Esta percepción se ve reforzada por otros informes que indican que “la ayuda militar europea a Kiev se reduce drásticamente” y que los combates en el frente de Donetsk se libran “en medio de una disminución en la ayuda militar occidental”. La confluencia de estas afirmaciones de diversas fuentes subraya la gravedad del problema para el esfuerzo bélico de Ucrania. Esta reducción en el flujo de armas y municiones se produce en un momento especialmente vulnerable para Kiev.

Por un lado, Rusia está llevando a cabo una campaña sistemática contra la infraestructura energética del país de cara al invierno. Por otro, ha intensificado su ofensiva en la región oriental de Donetsk. Sin un suministro constante y suficiente de armamento y sistemas de defensa antiaérea, la capacidad de Ucrania para proteger a su población civil y mantener sus líneas defensivas en el campo de batalla se ve seriamente comprometida, lo que podría alterar el equilibrio estratégico del conflicto.