Zelenski buscará convencer a Trump de acelerar la transferencia de más sistemas Patriot, capaces de derribar misiles balísticos rusos, y de que apruebe la entrega de los anhelados misiles Tomahawk de largo alcance. La misión diplomática de Zelenski es particularmente delicada, ya que ocurre justo cuando Trump ha anunciado sus planes de reunirse con Vladímir Putin en Budapest para negociar el fin de la guerra. Esta situación genera incertidumbre y escepticismo entre los ucranianos, quienes, si bien desean la paz tras más de tres años de conflicto, temen que las negociaciones se realicen a expensas de los intereses de su país. Durante su encuentro, se espera que ambos mandatarios discutan no solo las necesidades militares de Ucrania, sino también los detalles de la conversación telefónica que Trump sostuvo previamente con Putin, añadiendo una capa de tensión y expectativa a una visita que podría ser decisiva para el futuro del apoyo estadounidense a Ucrania.