Por ejemplo, Polonia ofreció ayuda inmediata a Ucrania tras los ataques a su red eléctrica, suministrando generadores y energía adicional.

Este respaldo financiero y diplomático se produce en un contexto en el que, si bien se reitera el apoyo político general de la UE y Estados Unidos, no se han anunciado nuevos paquetes de armamento a gran escala, lo que sugiere un posible cambio de enfoque hacia un apoyo económico y de reconstrucción a más largo plazo.