Sus familiares denuncian que se les impidió salir del país y se les despojó de sus documentos y teléfonos, generando una crisis diplomática y humanitaria. El incidente, que salió a la luz a través de denuncias de los familiares, involucra a un contingente de colombianos que, tras solicitar la terminación de sus contratos, fueron subidos a un autobús con destino a la frontera.

Sin embargo, el vehículo fue detenido y se les obligó a regresar, frustrando su salida del país.

Un video difundido por Noticias Caracol muestra el momento en que los soldados abordan el autobús sin un destino claro.

Las familias afirman que los combatientes fueron víctimas de engaños, maltratos y la retención de sus pasaportes y celulares, dejándolos incomunicados. La situación ha escalado al ámbito diplomático; la Embajada de Rusia en Colombia se solidarizó con el llamado del presidente Gustavo Petro para que los colombianos salgan de Ucrania, afirmando que estos creen en "falsas promesas de los reclutadores ucranianos". Este evento pone de manifiesto la situación de vulnerabilidad de los combatientes extranjeros, atrapados en un limbo legal y expuestos a abusos lejos de su país, mientras sus familias claman por la intervención de la Cancillería colombiana.