No lo creo”.

El envío de estas armas, que según un artículo podrían poner a Moscú al alcance de Ucrania, cumpliría una antigua petición del gobierno de Zelenski. Sin embargo, el propio Trump reconoció que esto supondría una escalada del conflicto.

En respuesta, Moscú advirtió que la entrega de dichos misiles a Kiev sería una escalada "dramática" en la guerra, lo que subraya los altos riesgos diplomáticos y militares de la decisión. La medida colocaría a la administración estadounidense en una posición de mayor confrontación con Rusia, pasando de proveer armamento principalmente defensivo a capacidades ofensivas de largo alcance con el potencial de golpear objetivos estratégicos dentro del territorio ruso.