Las familias de ciudadanos colombianos reclutados para combatir en Ucrania denuncian un patrón de engaños, condiciones precarias y desapariciones, arrojando luz sobre el oscuro panorama que enfrentan los combatientes extranjeros en el conflicto. Los casos de Nanys Mayerly Rodríguez, desaparecida desde el 15 de septiembre, y Cristian Fabián Villalobos Susa, fallecido en un ataque con dron, ejemplifican esta trágica realidad. Sus familiares relatan que fueron atraídos a través de redes sociales como TikTok con promesas de salarios elevados, como "19 millones de pesos", que nunca se materializaron. Nelly Rodríguez, hermana de Nanys, afirmó que el primer pago de su hermana fue de solo dos millones de pesos y denunció que a los reclutas "les lavan el cerebro y los ponen de carne de cañón".
Según los testimonios, las condiciones en el frente son extremadamente duras, con alimentación precaria y un entorno coercitivo que impide la deserción. "Por decir que no quieren ir y que les den la baja, los encierran", relató Nelly.
A pesar de ser formalmente parte de las Fuerzas Militares de Ucrania, los familiares sienten un total desamparo y falta de información. Nelly Rodríguez señaló que "son más de 150 familias que estamos en la misma situación" y que el patrón de desaparecidos parece afectar específicamente a los colombianos. Las familias ahora enfrentan no solo la incertidumbre y el dolor, sino también la carga económica de intentar repatriar los cuerpos de sus seres queridos.
En resumenLa experiencia de los combatientes colombianos en Ucrania revela una cruda realidad de explotación y peligro, donde las promesas de una vida mejor se transforman en una lucha por la supervivencia en una guerra ajena, dejando a sus familias en una angustiante búsqueda de respuestas y justicia.