Según el gobernador Maksim Kozitski, cuatro personas murieron y seis resultaron heridas en Leópolis. Simultáneamente, en la región de Zaporiyia, en el sur, un "bombardeo combinado" mató a una mujer e hirió a otras diez personas, incluida una menor de 16 años. La proximidad de los ataques a la frontera de la OTAN generó una respuesta inmediata de Polonia, cuyo comando operativo informó a través de la red social X que había movilizado aviones y puesto en alerta sus defensas terrestres para resguardar su espacio aéreo. Esta medida preventiva subraya la creciente preocupación por la posibilidad de que el conflicto se extienda más allá de las fronteras de Ucrania, escalando las tensiones entre Rusia y la alianza atlántica. Los ataques también se han dirigido a la infraestructura energética ucraniana, dejando a miles de hogares sin electricidad en un momento crítico con la llegada de las bajas temperaturas.
