La seguridad en la central nuclear de Zaporizhia, la más grande de Europa, ha alcanzado un nivel crítico tras permanecer desconectada de la red eléctrica ucraniana durante más de una semana y operar con generadores diésel de emergencia. Este es el corte de energía más prolongado que ha sufrido la planta desde 2022, lo que ha generado una alarma internacional sobre el riesgo de un accidente nuclear. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, calificó la situación de “crítica” y advirtió sobre las graves consecuencias que podría tener una falla en los sistemas de refrigeración, que dependen de esta energía de respaldo. El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, compartió esta preocupación, destacando los peligros de una situación “inédita”.
Kiev atribuye la interrupción del suministro eléctrico a los constantes bombardeos rusos sobre la infraestructura energética en los territorios ocupados.
Por su parte, el Kremlin niega estas acusaciones y culpa a Ucrania de ataques que, según Moscú, han impedido el restablecimiento del servicio. Este cruce de acusaciones dificulta los esfuerzos del OIEA para gestionar garantías de seguridad en la zona. La dependencia de generadores diésel es una medida de último recurso y altamente vulnerable, ya que el combustible es limitado y su reabastecimiento es complejo en una zona de conflicto activo. En una escalada retórica, Zelenski amenazó con represalias, afirmando que si Rusia provoca cortes de energía en Ucrania, incluyendo Kiev, la capital rusa también “quedará a oscuras”. Esta declaración refleja la creciente tensión y la estrategia de utilizar la infraestructura energética como un arma de guerra, con la planta de Zaporizhia como el punto más peligroso de esta confrontación.
En resumenLa central nuclear de Zaporizhia enfrenta un riesgo sin precedentes al operar con generadores de emergencia por un período prolongado, en medio de acusaciones mutuas entre Kiev y Moscú. La comunidad internacional, liderada por el OIEA, advierte sobre la posibilidad de un desastre nuclear mientras la tensión energética escala.