Estos hechos han sido calificados como “ataques híbridos” y una “nueva realidad” para la seguridad del continente.
El Gobierno danés advirtió que Europa enfrenta su momento “más difícil y peligroso” desde la Segunda Guerra Mundial, lo que subraya la urgencia de una respuesta coordinada. En este contexto, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha ofrecido la vasta experiencia de su país en la lucha contra drones rusos para colaborar en el desarrollo de este escudo defensivo.
A cambio, Kiev solicita un mayor apoyo militar y financiero.
El presidente francés, Emmanuel Macron, instó a adoptar una “postura más agresiva” frente a Moscú, mientras que Vladimir Putin negó las acusaciones y advirtió con una “respuesta rápida” si su país es provocado. La propuesta de defensa también incluye el programa SAFE, dotado con 150.000 millones de euros, para fomentar compras conjuntas de equipamiento militar, priorizando drones, munición y sistemas antidrones, en un esfuerzo por consolidar una estrategia de seguridad común frente a una amenaza que se percibe como persistente y multifacética.