La seguridad europea enfrenta una prueba de tensión sin precedentes debido a una serie de incursiones sistemáticas de drones, presuntamente rusos, en el espacio aéreo de varios países de la OTAN. Estos incidentes han forzado el cierre de importantes aeropuertos y han llevado a la Unión Europea a proponer la creación de un "muro antidrones" para proteger su flanco oriental. La escalada de provocaciones ha sido particularmente notoria en Dinamarca, donde el gobierno ha calificado los eventos como "ataques híbridos sistemáticos" tras la detección de drones sobre aeropuertos e instalaciones militares clave, como la base aérea de Skrydstrup. La primera ministra Mette Frederiksen describió uno de los incidentes como "el ataque más grave contra infraestructuras críticas danesas hasta la fecha". Situaciones similares se han reportado en Polonia y Rumania, donde drones rusos violaron su espacio aéreo, llevando a Varsovia a considerar la invocación del Artículo 4 del tratado de la OTAN. En respuesta a esta creciente amenaza, los ministros de Defensa de la UE, junto con representantes de Ucrania y la OTAN, se reunieron para discutir la construcción de un escudo aéreo. Esta iniciativa, denominada "muro antidrones", buscaría establecer una red de sensores y capacidades de detección, seguimiento e interceptación a lo largo de las fronteras con Rusia y Ucrania.
Kiev ha ofrecido su vasta "experiencia" en la guerra contra drones para colaborar en el desarrollo de este sistema. La OTAN, por su parte, ha reforzado la vigilancia en el Báltico y prueba innovaciones tecnológicas de bajo costo para proteger infraestructuras críticas. El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, advirtió sobre la necesidad de no caer en la "trampa de escalada" de Putin, reconociendo que estas acciones son una prueba deliberada a las defensas y la cohesión de la alianza.
En resumenLas repetidas incursiones de drones, atribuidas a Rusia, han expuesto vulnerabilidades críticas en la seguridad europea, obligando a una respuesta coordinada y urgente por parte de la UE y la OTAN. La propuesta de un "muro antidrones" y el aumento de la vigilancia reflejan la gravedad de la amenaza híbrida, marcando un nuevo capítulo en la defensa del continente.