Asimismo, se han reportado incursiones en Polonia y Rumania, lo que ha llevado al primer ministro polaco, Donald Tusk, a advertir que su país volverá a derribar drones rusos si violan su territorio.

La OTAN ha respondido de manera contundente, desplegando aviones aliados para interceptar y escoltar a las aeronaves rusas y emitiendo comunicados que califican el comportamiento de Moscú como “irresponsable” y “peligroso”. El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha declarado que la Alianza se toma los incidentes “muy en serio” y usará “toda la fuerza” para defenderse. Por su parte, el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, alertó sobre la necesidad de evitar la “trampa de escalada” que, según él, el presidente ruso Vladímir Putin ha establecido. Estas acciones se enmarcan en un patrón de comportamiento agresivo que, según la Alianza, pone en peligro vidas humanas y amenaza la seguridad regional, llevando a la OTAN a reforzar su postura defensiva en todo el flanco oriental mediante operaciones como “Centinela Oriental”.