Los diálogos entre Trump y Starmer fueron descritos como de “amplio alcance”, abarcando comercio, tecnología y los principales conflictos globales, siendo Ucrania y Gaza los más prominentes.

La visita expuso las “dudas sobre Ucrania” y el desafío que representa mantener un bloque occidental unificado frente a la agresión rusa, especialmente con las distintas perspectivas y prioridades de cada líder. A pesar de las diferencias, la inclusión del tema en la agenda de más alto nivel reafirma la centralidad del conflicto ucraniano en la geopolítica global y en la relación transatlántica.