El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha realizado un cambio radical en su postura sobre la guerra en Ucrania, declarando que ya no cree en una victoria rusa y que el país invadido puede ganar el conflicto. Este giro, calificado de “espectacular”, se materializó después de una reunión con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski en el marco de la Asamblea General de la ONU. La nueva posición de Trump representa un cambio significativo en la política exterior estadounidense y ha sido recibida con cautela por el Kremlin, cuyo portavoz advirtió que la relación con el mandatario avanza a “paso lento”. Durante su visita al Reino Unido, Trump afirmó que el presidente ruso, Vladímir Putin, lo “decepcionó” por la continuidad de la invasión. En su discurso ante la ONU, Trump calificó la guerra como un conflicto “que nunca debería haber ocurrido” y lo atribuyó a un “mal liderazgo”.
Además de su cambio de perspectiva, Trump ha adoptado una retórica más dura contra Rusia y sus facilitadores económicos. Ha propuesto imponer “una serie de aranceles muy fuertes que detendrían el derramamiento de sangre” si Moscú no accede a negociar el fin de la guerra. Simultáneamente, ha criticado duramente a los países de la OTAN y a las naciones europeas por continuar comprando energía rusa, acusándolos directamente de financiar el conflicto.
“Están financiando la guerra contra sí mismos.
¿Quién demonios ha oído hablar de algo así?”, cuestionó Trump, instando a Europa a unirse a sus medidas arancelarias para que estas sean efectivas.
Este nuevo enfoque combina el apoyo a Ucrania con una fuerte presión económica sobre Rusia y una crítica a sus propios aliados, redefiniendo el papel de Washington en el conflicto.
En resumenEl presidente Donald Trump ha modificado sustancialmente su postura sobre la guerra, expresando su creencia en una posible victoria ucraniana y amenazando a Rusia con fuertes aranceles. Este cambio se acompaña de duras críticas a los aliados europeos por su dependencia energética de Moscú, a quienes acusa de financiar indirectamente el conflicto.