Esta declaración se produce en un contexto de posiciones irreconciliables y la aparente frustración del mediador estadounidense, Donald Trump. El portavoz de la Presidencia de Rusia, Dmitri Peskov, declaró en su rueda de prensa diaria que, aunque los canales de comunicación existen, “por ahora se puede hablar más bien de una pausa”. Confirmó que no hay fecha fijada para una próxima ronda de conversaciones, evidenciando el punto muerto en el que se encuentran los diálogos. Las posiciones de ambas partes parecen irreconciliables: Rusia exige la desmilitarización y rendición de Ucrania, así como la cesión de las regiones anexionadas, mientras que Kiev considera estas condiciones inaceptables y exige garantías de seguridad de sus aliados.

En este escenario, el presidente estadounidense Donald Trump, quien ha asumido un rol de mediador, expresó su impaciencia.

“Está agotándose y agotándose rápidamente, pero se necesitan dos para bailar tango”, dijo Trump, reflejando la frustración por la falta de voluntad de las partes para ceder. El estancamiento diplomático deja la confrontación militar como la única vía activa, prolongando un conflicto que ya dura más de tres años.