“No puedo ir a Moscú cuando mi país sufre ataques con misiles a diario. No puedo ir a la capital de este terrorista”, sentenció el líder ucraniano, quien a su vez extendió una contra-invitación a Putin: “Puede venir a Kiev”.
Esta postura evidencia la profunda desconfianza y la nula relación personal entre ambos mandatarios, un obstáculo clave para cualquier avance diplomático. Zelenski añadió que, en su opinión, la oferta de Putin no es genuina, sino una maniobra para “posponer la reunión”.
Este intercambio se enmarca en los persistentes esfuerzos del presidente estadounidense, Donald Trump, por organizar un encuentro entre ambos líderes como paso fundamental para negociar un acuerdo de paz.
Sin embargo, la reciente escalada de ataques rusos, que incluyó un bombardeo sin precedentes sobre la sede del Gobierno en Kiev, aleja aún más esta posibilidad. Zelenski ha reiterado que está “listo para la reunión en cualquier tipo de formato”, pero no en la capital del país agresor.