El acuerdo incluye la posibilidad de desplegar tropas en territorio ucraniano para disuadir futuras agresiones. La reunión, encabezada por el presidente francés, Emmanuel Macron, y con la presencia del mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, buscó definir un marco de apoyo militar robusto para Kiev en un escenario de posguerra. Zelenski aseguró que “más de 20 países están dispuestos a poner soldados en Ucrania en una posguerra”, un compromiso que abarcaría apoyo “por tierra, mar y aire”. Macron aclaró que la intención no es “librar una guerra contra Rusia”, sino disuadirla de volver a atacar a Ucrania, creando un mecanismo de seguridad creíble que evite la repetición del conflicto. Este pacto representa un paso fundamental en la estrategia de los aliados europeos para asegurar la soberanía ucraniana a largo plazo.

Sin embargo, el éxito de esta iniciativa depende en gran medida del respaldo de Estados Unidos.

Aunque Washington no se ha comprometido a enviar tropas, su apoyo logístico y en comunicaciones es considerado vital.

Macron indicó que se espera finalizar los detalles del apoyo estadounidense en los próximos días, lo que sugiere una intensa negociación diplomática para consolidar un frente unido.