"No puedo ir a Moscú cuando mi país sufre ataques con misiles a diario. No puedo ir a la capital de este terrorista", declaró enfáticamente.

Con un tono desafiante, añadió: "Él puede venir a Kiev".

Según el líder ucraniano, la propuesta de Putin no es un gesto genuino de paz, sino una táctica para "posponer la reunión", y aseguró que el propio Putin "entiende esto". Previamente, el presidente ruso había manifestado que "nunca ha estado en contra de reunirse con Zelensky" y que si el líder ucraniano estaba dispuesto, "que venga a Moscú". Este intercambio de posturas se da en un contexto de presión internacional para reanudar el diálogo. El presidente estadounidense, Donald Trump, ha insistido en la necesidad de un encuentro entre ambos líderes, llegando a afirmar: "Al final, voy a ponerlos a ambos en una habitación".

Sin embargo, el canciller alemán Friedrich Merz se mostró escéptico, señalando que está "claro" que una reunión bilateral no ocurrirá en el corto plazo. A pesar de su negativa a viajar a Rusia, Zelenski aseguró que está "listo para la reunión en cualquier tipo de formato", y advirtió que "Putin está jugando con Estados Unidos".