Varios países han mostrado su disposición a considerar esta opción bajo ciertas condiciones.

El ministro de Defensa de Suecia, Pål Jonson, apuntó que el envío de tropas “podría tenerse en cuenta” pero dependería de un alto el fuego o un acuerdo de paz. La ministra de Defensa de Luxemburgo, Yuriko Backes, también se mostró dispuesta a formar soldados ucranianos sobre el terreno, pero enfatizó que se necesitaría un “alto el fuego”. El Kremlin ha reaccionado de forma contundente. El portavoz Dmitri Peskov rechazó la idea, afirmando que “no existen los soldados europeos, existen los soldados de países concretos y la mayoría de esos países son miembros de la OTAN”. Peskov calificó su postura como “negativa” y recordó que la aproximación de la infraestructura de la Alianza Atlántica a sus fronteras fue una de las causas del conflicto.