La Unión Europea está discutiendo activamente la provisión de garantías de seguridad para Ucrania en un escenario de posguerra, un debate que incluye la controvertida posibilidad de desplegar tropas europeas en el terreno. Mientras los aliados occidentales buscan una fórmula para asegurar una paz duradera, el Kremlin ha rechazado categóricamente cualquier presencia militar de la OTAN en territorio ucraniano. La alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, afirmó que es crucial prepararse para “el día después” de la guerra para garantizar la seguridad de Ucrania. En una reunión de ministros de Defensa, Kallas señaló que se está debatiendo cómo modificar el mandato de las misiones de entrenamiento y apoyo a la industria de defensa ucraniana para un escenario de paz. Sobre la posibilidad de tropas europeas, Kallas indicó que “es una decisión que debe tomar cada uno de los Estados miembros”, pero que las conversaciones continúan.
Varios países han mostrado su disposición a considerar esta opción bajo ciertas condiciones.
El ministro de Defensa de Suecia, Pål Jonson, apuntó que el envío de tropas “podría tenerse en cuenta” pero dependería de un alto el fuego o un acuerdo de paz. La ministra de Defensa de Luxemburgo, Yuriko Backes, también se mostró dispuesta a formar soldados ucranianos sobre el terreno, pero enfatizó que se necesitaría un “alto el fuego”. El Kremlin ha reaccionado de forma contundente. El portavoz Dmitri Peskov rechazó la idea, afirmando que “no existen los soldados europeos, existen los soldados de países concretos y la mayoría de esos países son miembros de la OTAN”. Peskov calificó su postura como “negativa” y recordó que la aproximación de la infraestructura de la Alianza Atlántica a sus fronteras fue una de las causas del conflicto.
En resumenEl debate sobre las garantías de seguridad para una Ucrania de posguerra se intensifica en la UE, con la posibilidad de un despliegue de tropas sobre la mesa, aunque condicionada a un acuerdo de paz. Esta discusión estratégica choca frontalmente con la postura de Rusia, que considera inaceptable cualquier presencia militar de países de la OTAN en Ucrania, lo que evidencia uno de los mayores obstáculos para una paz sostenible.