El objetivo es aumentar significativamente el número de reservistas y preparar al país para una posible confrontación en Europa. Analistas interpretan esta medida como un claro mensaje a Rusia y una señal a sus aliados de la OTAN y a Estados Unidos sobre la ambición de Berlín de convertirse en el ejército con mayores capacidades del continente. El canciller Friedrich Merz y el ministro de Defensa, Boris Pistorius, presentaron el proyecto, enmarcado en la necesidad de adaptar la Bundeswehr a la nueva realidad geopolítica tras la invasión de Ucrania. La decisión de Alemania, la mayor economía de Europa, de aumentar su capacidad de reclutamiento y preparación militar es una de las consecuencias más directas del conflicto ucraniano en la arquitectura de seguridad europea. Refleja un consenso cada vez mayor entre las naciones del continente sobre la necesidad de reforzar sus capacidades de defensa y disuasión frente a un posible expansionismo ruso.