Andrii Parubii, de 54 años, fue abatido en la vía pública por un individuo que huyó en bicicleta.
El presidente Volodímir Zelenski calificó el crimen de “terrible” y prometió una investigación exhaustiva.
Parubii fue una figura central en la política ucraniana postsoviética, destacándose como un legislador nacionalista y proeuropeo.
Fue uno de los líderes de la Revolución Naranja de 2004 y de las protestas del Maidán de 2013-2014, movimientos que buscaron alejar a Ucrania de la influencia rusa. Tras la caída del presidente prorruso Víktor Yanukóvich, ocupó el cargo de secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa y, posteriormente, presidió el Parlamento (Rada) entre 2016 y 2019.
Con la invasión rusa, se unió al ejército.
Su partido, Solidaridad Europea, liderado por el expresidente Petró Poroshenko, denunció el asesinato como un acto de “terror” y lo describió como “uno de los fundadores de la Ucrania moderna”. Poroshenko, por su parte, afirmó que “Ucrania ha perdido a un gran hijo”.
La copresidenta de la bancada parlamentaria del partido, Irina Gerashchenko, se mostró convencida de que detrás del crimen se encuentra “el eterno enemigo terrorista: la Federación Rusa y su quinta columna”. En contraste, un funcionario ruso, Rodion Miroshnik, sugirió que podría tratarse de una “purga” interna organizada por “una nueva generación de banderistas” contra los aliados de Poroshenko, en el marco de la rivalidad política con Zelenski.