Sin embargo, esta idea enfrenta la oposición frontal de Rusia. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, expresó una postura "negativa" al respecto, argumentando que "no existen los soldados europeos, existen los soldados de países concretos y la mayoría de esos países son miembros de la OTAN". Para Moscú, la aproximación de la infraestructura militar de la Alianza Atlántica a sus fronteras fue una de las causas del conflicto, por lo que considera inaceptable cualquier presencia militar occidental en Ucrania. A pesar de estas diferencias fundamentales, el enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, manifestó que su gobierno espera que se pueda alcanzar un acuerdo sobre la guerra para finales de este año, aunque el tema de las garantías de seguridad sigue siendo el principal obstáculo.