Esta preparación de nuevas medidas punitivas se combina con una discusión estratégica sobre el futuro de Ucrania. En una reunión informal de ministros de Exteriores en Copenhague, se abordó el debate sobre cómo usar los activos soberanos de Rusia, congelados en la UE desde el inicio de la invasión, para ayudar a financiar la reconstrucción del país. Aunque no se ha llegado a un acuerdo final, la discusión marca un paso importante en el compromiso a largo plazo del bloque con Ucrania. Este consenso en la política hacia Rusia contrasta con la falta de acuerdo en otros frentes, como la imposición de sanciones a Israel, lo que evidencia la complejidad de la política exterior común europea.