La respuesta de las altas esferas ucranianas fue señalar a Moscú. El jefe de la inteligencia militar, Kyrylo Budanov, afirmó que Parubii fue "asesinado por las balas del enemigo", en una clara alusión a Rusia. De manera similar, su partido, Solidaridad Europea, y su copresidenta, Irina Gerashchenko, declararon estar convencidos de que detrás del crimen se encuentra "el eterno enemigo terrorista: la Federación Rusa y su quinta columna", argumentando que "Moscú odiaba con todas sus fuerzas a Parubii". En contraste, el embajador ruso Rodion Miroshnik desestimó estas acusaciones, sugiriendo que el asesinato podría ser una "purga" interna organizada por "una nueva generación de banderistas" en el marco de la rivalidad política entre Zelenski y el expresidente Petró Poroshenko, del círculo de Parubii.