El asesinato a tiros de Andrii Parubii, expresidente del Parlamento y figura clave de los movimientos proeuropeos en Ucrania, ha generado una profunda conmoción en el país. Las autoridades ucranianas han detenido a un sospechoso mientras apuntan a una posible implicación rusa en el crimen. Andrii Parubii, de 54 años, fue asesinado el sábado en Leópolis, una ciudad en el oeste de Ucrania. Su muerte representa un golpe simbólico, ya que fue una figura prominente en los dos grandes hitos pro-occidentales de la historia reciente de Ucrania: la Revolución Naranja de 2004 y las protestas de Maidán en 2014, que llevaron a la destitución del presidente prorruso Viktor Yanukóvich. Parubii presidió el Parlamento de 2016 a 2019 y también se desempeñó como secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa. El presidente Volodímir Zelenski condenó el "horrible asesinato" y anunció rápidamente la detención de un presunto tirador, informando que "el sospechoso ha rendido su declaración inicial".
La respuesta de las altas esferas ucranianas fue señalar a Moscú. El jefe de la inteligencia militar, Kyrylo Budanov, afirmó que Parubii fue "asesinado por las balas del enemigo", en una clara alusión a Rusia. De manera similar, su partido, Solidaridad Europea, y su copresidenta, Irina Gerashchenko, declararon estar convencidos de que detrás del crimen se encuentra "el eterno enemigo terrorista: la Federación Rusa y su quinta columna", argumentando que "Moscú odiaba con todas sus fuerzas a Parubii". En contraste, el embajador ruso Rodion Miroshnik desestimó estas acusaciones, sugiriendo que el asesinato podría ser una "purga" interna organizada por "una nueva generación de banderistas" en el marco de la rivalidad política entre Zelenski y el expresidente Petró Poroshenko, del círculo de Parubii.
En resumenEl asesinato de Parubii, una figura emblemática pro-occidental, intensifica las tensiones internas y externas, con Ucrania acusando directamente a Rusia y Moscú sugiriendo luchas de poder internas. La rápida detención de un sospechoso marca el inicio de una investigación crucial para determinar la autoría intelectual del crimen en medio de la guerra.