El presidente Volodímir Zelenski pronunció un discurso desafiante en el que afirmó que "Ucrania no es una víctima, es un luchador". En paralelo, Ucrania lanzó una serie de ataques con drones en territorio ruso. Uno de estos ataques provocó un incendio en la planta de energía nuclear de Kursk, aunque las autoridades rusas aseguraron que no hubo víctimas ni aumento en los niveles de radiación. Por su parte, Rusia también continuó sus ataques, con un misil balístico y decenas de drones lanzados contra territorio ucraniano, causando la muerte de al menos una civil. Esta jornada refleja la compleja realidad de una nación que celebra su soberanía mientras lucha por defenderla en el campo de batalla.
