Se espera que las nuevas medidas se centren en sectores que perjudiquen significativamente la capacidad de Moscú para financiar la guerra, como las sanciones energéticas y las restricciones a los servicios financieros que dificultan el acceso al capital. La condena dentro del bloque ha sido unánime, especialmente después de que los ataques dañaran la delegación de la UE en la capital ucraniana. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, expresó su indignación y reafirmó el apoyo a Ucrania. La preparación de este nuevo paquete de sanciones demuestra que, a pesar de las múltiples rondas de medidas ya impuestas, la UE sigue buscando formas de asfixiar económicamente a Rusia y responder a la continua violencia contra la población civil ucraniana.
