Estos ataques a la infraestructura energética y nuclear son parte de una estrategia ucraniana para afectar la capacidad económica y logística de Moscú para financiar la guerra. El presidente Zelenski justificó estas acciones como una respuesta a la agresión rusa, afirmando: "Así es como Ucrania ataca cuando se ignoran sus llamados a la paz". La capacidad de Ucrania para realizar estos ataques de largo alcance demuestra una creciente sofisticación militar y una voluntad de escalar el conflicto para defender su soberanía.
