Aunque no indican un progreso hacia un acuerdo de paz general, son vitales desde una perspectiva humanitaria y demuestran que es posible alcanzar pactos específicos incluso cuando el conflicto armado continúa con gran intensidad. La coincidencia del canje con la celebración de la independencia ucraniana le añade un peso simbólico, ocurriendo el mismo día en que el presidente Zelenski abogaba por una paz justa y duradera.
