Inmediatamente después del suceso, la policía polaca acordonó la zona para iniciar las investigaciones. El fiscal Grzegorz Trusiewicz, a cargo del caso, confirmó la naturaleza del artefacto.
El gobierno polaco ha anunciado que presentará una queja formal contra Rusia por lo que considera una violación de su espacio aéreo y un acto de provocación deliberado. Este evento es particularmente sensible dado que Polonia es un miembro clave de la OTAN y uno de los principales apoyos de Ucrania en su defensa contra la invasión rusa. Cualquier incidente militar en su territorio, intencional o no, tiene el potencial de escalar las tensiones entre la alianza atlántica y Moscú, avivando los temores de una confrontación directa.