Las autoridades ucranianas denunciaron que entre los cuerpos devueltos se encontraban los de cinco soldados que habían muerto mientras estaban en cautiverio. Kiev también acusó a Moscú de retrasar deliberadamente la liberación de prisioneros gravemente heridos y enfermos, incumpliendo los acuerdos alcanzados previamente en Estambul. A pesar de estas tensiones, los intercambios son vistos como una medida crucial para construir un mínimo de confianza y como un canal de comunicación vital. Representan uno de los pocos resultados concretos de las intermitentes conversaciones entre ambas naciones, poniendo de relieve el devastador costo humano de la guerra.
