Esta operación, como otras anteriores, contó con la mediación de los Emiratos Árabes Unidos. Además de los intercambios de prisioneros vivos, también se han producido repatriaciones de cuerpos. Las autoridades ucranianas informaron haber recibido los restos de 1.000 de sus soldados. Sin embargo, Kiev denunció que entre los cuerpos repatriados se encontraban cinco soldados que murieron en cautiverio, y acusó a Rusia de no cumplir con los acuerdos de Estambul sobre la liberación de prisioneros gravemente heridos o enfermos.

Estos intercambios, aunque son un signo positivo de cooperación en el ámbito humanitario, también revelan las tensiones y desconfianzas persistentes. Son el resultado de negociaciones directas que se han mantenido a pesar del estancamiento en el diálogo político de alto nivel, mostrando un esfuerzo por mitigar el costo humano del conflicto.