Según Lavrov, aunque Putin está listo para reunirse con Zelenski, tal encuentro solo ocurrirá cuando “todos los temas que deben discutirse se resuelvan bien de antemano” y la agenda esté completamente lista, algo que, según él, “no está lista en absoluto”. Lavrov acusó a las potencias occidentales de “buscar un pretexto para impedir las negociaciones” y a Zelenski de “empecinarse” en un encuentro inmediato sin condiciones previas.

Estas declaraciones contrastan con la aparente apertura de Putin y los esfuerzos del presidente estadounidense Donald Trump para organizar la cumbre.

Además, Lavrov cuestionó la legitimidad de Zelenski como interlocutor, argumentando que su mandato presidencial ya habría expirado. Por su parte, Zelenski ha declarado su disposición a reunirse con Putin, pero ha rechazado la propuesta de Moscú como sede, sugiriendo un país neutral como Suiza, Austria o Turquía.

El mandatario ucraniano advirtió que Rusia busca “escabullirse” de un encuentro real mientras continúa con sus ataques.

Esta dualidad en la postura rusa es vista por analistas como una táctica para ganar tiempo y controlar los términos de cualquier negociación.