Afirmó que un cambio de esta magnitud requeriría "reformas constitucionales prácticamente imposibles".

La región del Donbás, conformada por Donetsk y Lugansk, ha sido el epicentro del conflicto desde 2014 y es considerada un "cinturón de defensa" clave para Kiev.

Su pérdida dejaría a Ucrania mucho más vulnerable a futuros ataques.

Este punto muerto fundamental, donde Rusia exige el reconocimiento de sus anexiones y Ucrania defiende su integridad territorial, representa el mayor desafío para cualquier mediador.