El presidente Donald Trump ha propuesto que Estados Unidos coordine un marco de seguridad, pero ha descartado rotundamente el envío de tropas terrestres estadounidenses.

En cambio, sugiere que naciones europeas como el Reino Unido, Francia y Alemania asuman esa responsabilidad.

Trump se ha mostrado abierto a proporcionar apoyo aéreo estadounidense como parte de estas garantías.

Por su parte, algunos líderes europeos, como el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, han mencionado un modelo similar al artículo 5 del tratado de la Alianza, que establece la defensa colectiva, pero aplicado fuera del marco de la OTAN.

Esta idea ha generado un intenso debate sobre qué países estarían dispuestos a desplegar sus ejércitos. Rusia ha reaccionado de manera tajante a esta posibilidad.

El ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, declaró que cualquier despliegue de tropas europeas en Ucrania sería "absolutamente inaceptable" y que cualquier acuerdo de seguridad que no considere los intereses rusos es "una utopía, un trayecto sin rumbo". La discusión sobre quién garantizaría la seguridad de Ucrania y con qué medios sigue siendo uno de los mayores escollos para alcanzar una paz duradera.