Sin embargo, la operación se vio empañada por una grave denuncia.

El centro ucraniano informó que “entre los repatriados se encuentran cinco cuerpos de soldados ucranianos que fallecieron en prisión”. Esta revelación fue acompañada de una protesta formal, en la que Kiev acusó a Rusia de no cumplir con sus responsabilidades y de seguir postergando la liberación de prisioneros “gravemente heridos y gravemente enfermos”, cuya inclusión en las listas de intercambio había sido acordada previamente. Ucrania ha insistido en la liberación inmediata de todos los cautivos en condiciones críticas de salud. Los cuerpos recibidos serán sometidos a procesos de identificación en los próximos días para ser entregados a sus familias.

Este intercambio, aunque positivo en su dimensión humanitaria, pone de manifiesto las profundas heridas y la desconfianza que persisten entre las partes en conflicto.