Esta oferta busca facilitar un encuentro directo que se considera crucial para avanzar hacia una resolución del conflicto.
La propuesta de una sede neutral cobró fuerza después de que Putin sugiriera Moscú para la reunión, opción que fue inmediatamente rechazada por Kiev. El presidente francés, Emmanuel Macron, planteó la posibilidad de un encuentro en Europa, mencionando específicamente a Suiza y expresando su preferencia por Ginebra. En respuesta, el ministro de Asuntos Exteriores suizo, Ignazio Cassis, confirmó que su país está “plenamente preparado” para acoger dicha reunión, destacando su larga tradición de neutralidad. Cassis aclaró que, bajo la ley suiza, se podría otorgar inmunidad a Putin si su visita es para participar en una conferencia de paz, una excepción a las obligaciones derivadas de la orden de la CPI. Sin embargo, también reconoció que las relaciones con Rusia se han tensado desde que Suiza adoptó las sanciones de la Unión Europea, lo que podría haber disminuido el “deseo” de Moscú de utilizar al país como mediador. Además de Suiza, Austria y Turquía también han sido mencionadas como posibles anfitriones.
El presidente Zelenski ha descartado explícitamente Moscú y Budapest, afirmando que Hungría “no los apoyó” en el conflicto.